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La ruleta es seguramente el juego más conocido en los casinos, el más popular por antonomasia, por ser uno de los primeros en conseguir atraer a la gente a estos lugares de juego. Surgió en el siglo XIX en Francia y pronto se convirtió en uno de los juegos de azar favoritos, porque en apariencia es todo pura suerte y fortuna. Está claro que el casino parte con cierta ventaja, que en el caso de la ruleta llega al 2,7% (lejos del 4% de blackjack, por ejemplo). Además, los tentadores premiso de la ruleta han hecho que muchos jugadores obtengan grandes sumas de dinero con una pequeña aportación.
Es todo cuestión de suerte, como suele decirse, de saber aprovechar las rachas y tener claro cuando jugar y cuando retirarse. Pero claro, nunca puedes saber cual va a ser tu mano jugada salvadora. Existen muchísimos tipos de apuesta a realizar en la ruleta, de las más simples, que se pagan 1 a 1, hasta las apuesta a un número determinado, que se pagan 35 a 1, un beneficio espectacular que no se da en ningún otro juego de azar. Es por eso que todos quieren ganar en la ruleta.
Cómo jugar a la ruleta
Como la gran mayoría de juegos de azar, la ruleta francesa o tradicional también ha sufrido muchas variaciones de todo tipo, para adaptarse a los tiempos, situaciones y casinos. Como nosotros queremos centrarnos en el juego online, en la mayoría de casinos virtuales se juega a la ruleta americana de un solo cero, que consta de 37 casillas, numeradas del 0 al 36. La casilla del 0 suele ser de color verde para diferenciarse correctamente. El resto de 36 casillas se reparten equitativamente entre rojas y negras, alternándose un color y otro.
El funcionamiento de la ruleta es bastante sencillo y muy fácil de entender. El croupier, después de recoger las apuestas de cada jugador, hará girar la ruleta con fuerza y lanzará la bola, que irá saltando de casilla en casilla hasta detenerse en una de ellas. Esa será la casilla premiada, y el jugador que haya apostado por ella (ya sea en número, color, par/impar…) se llevará su premio, estipulado antes de realizar la apuesta.
Junto a la ruleta está el tapete con las diferentes apuestas que el jugador puede llevar a cabo. Estas pueden variar de un casino a otro, aunque suelen ser las mismas, y pagarse de la misma manera. Las hay desde las más simples, como apostar a par/impar, rojo negro… con lo que las apuestas estarían casi al 50% (el cero no se incluye en estas apuestas) hasta las más arriesgadas, como apostar por un solo número. Es decir, cualquier jugador puede apostar, por ejemplo, que la bola se queda en la casilla número 1. Las posibilidades de que eso ocurran son pocas, desde luego, 1 contra 36, pero de ganar, el jugador multiplicaría su apuesta por 35, consiguiendo un beneficio espectacular.
Estas apuestas se realizan antes de cada jugada, cuando el croupier anuncia el comienzo con la característica frase “hagan juego”. Entonces cada jugador realizará la apuesta que crea oportuna con el número de fichas que desee, hasta que el croupier anuncie “no va más”, poniendo fin a ese paso previo a la jugada, y haciendo girar ya la ruleta para discenir quien gana y quien pierde.
Al ser un juego tan emocionante, rápido y divertido, en el que el azar lo es casi todo, son muchos los jugadores poco habituales que deciden probar suerte con la ruleta. Muchos han quedado maltrechos en lo económico por eso, pero en otros casos han conseguido un gran beneficio.